La prevalencia de glaucoma y catarata se ha incrementado por el envejecimiento y crecimiento de la población mundial. Se estima según datos de la Organización Mundial de la salud (OMS) que a nivel global existen unos 37 millones de personas ciegas y 253 millones por discapacidad visual por diferentes causas. En Latinoamérica, la catarata representa la principal causa de ceguera y en segundo lugar el Glaucoma. Aproximadamente existen unos 12 millones de ciegos por catarata y 8 millones de ciegos por glaucoma. La Catarata y el Glaucoma juntos causan el 75% de todas las causas de ceguera en el mundo.
La opacidad del cristalino o catarata causa disminución progresiva de la visión hasta la ceguera. La pérdida visual en Glaucoma se da por el daño de la fibras nerviosa del nervio óptico ocasionada por el aumento de la presión intraocular. Las cataratas y el glaucoma son afecciones graves que pueden provocar la pérdida de la visión. Sin embargo, la pérdida de la visión debido a cataratas puede revertirse mediante cirugía. La pérdida de la visión debido al glaucoma es hasta ahora, irreversible.
En la mayoría de los casos los pacientes presentan ambas condiciones y pueden requerir de un manejo individual o muchas veces de tratamiento quirúrgicos simultáneos para restaurar la visión por catarata y estabilizar la progresión del glaucoma. Establecer el diagnóstico precoz y reducir la presión intraocular a niveles que eviten el daño adicional de la fibras nerviosas del nervio óptico asegura y evitan la progresión del glaucoma hacia la ceguera.
En la actualidad varios estudios han demostrado los beneficios de la cirugía de catarata en el diagnóstico, seguimiento y la reducción de la presión intraocular en glaucoma. Por lo tanto, debemos considerar en muchos casos la intervención temprana de remoción del cristalino o catarata.
La opacidad del cristalino reduce la capacidad de observación y juicio del oftalmólogo. Visualizar claramente el nervio óptico es fundamental en el diagnóstico de glaucoma. El aumento de la excavación, disminución del anillo neural, desplazamiento de los vasos sanguíneos, hemorragias en astillas y disminución de la capa de fibras nerviosas de la retina son signos indiscutibles de presencia de daño glaucomatoso.
Por otra parte, la catarata causa interferencias para los estudios de Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) y Campos Visuales, afectando la calidad señal del OCT y causando una depresión generalizada de la sensibilidad en el campo visual. Estas interferencias pueden causar diagnostico erróneos. Por lo que se hace necesaria la cirugía catarata para mejorar la confiabilidad de los estudios.
Los pacientes adultos que presentan hipermetropías y segmentos cortos generalmente tienen una condición anatómica natural de cámara y ángulo estrechos con riesgos de desarrollar cierre angular, obstrucción del humor acuoso y eventualmente desarrollar neuropatía óptica glaucomatosa. En estos pacientes está indicada la iridotomía periférica profiláctica con Yag- láser ya que evita el bloqueo pupilar, abre y amplia el ángulo de drenaje, estabilizando la presión intraocular.
No obstante, no siempre se logra el control de la presión intraocular mediante la iridotomía y la hipertensión ocular podría persistir por razones de cierre permanente del ángulo y configuraciones periféricas de iris en plato.
Por otra parte, en paciente con glaucoma crónico de ángulo cerrado, la presencia del cristalino o catarata juega un rol importante en su origen. El cristalino durante su envejecimiento aumenta de volumen desplazando el iris hacia el frente y como consecuencia reduciendo la profundidad de la cámara anterior, estrechando más el ángulo de drenaje y haciendo más difícil el control de la presión intraocular. En casos extremos, la catarata podría llegar a un estado avanzado de madurez e intumescencia que causa una cámara muy estrecha con bloqueo pupilar e hipertensión ocular aguda causando una emergencia oftalmológica llamada Glaucoma Facomórfico que requiere de intervención quirúrgica inmediata.
En este grupo de pacientes con cámaras estrechas, ojos pequeños y el aumento del espesor de cristalino, juega un papel importante en el desarrollo del Glaucoma de ángulo cerrado. Actualmente cada día hay un interés creciente de realizar cirugía de catarata temprana por facoemulsificación en pacientes de riesgos y con Glaucoma crónico de ángulo cerrado por los beneficios de apertura del ángulo, ampliación de la cámara anterior y reducción significativa de la presión intraocular comparable al de una cirugía filtrante de Glaucoma.
La reducción de la presión intraocular posterior a la cirugía de catarata en paciente con glaucoma primario de Angulo abierto no es tan significativa como en los casos de glaucoma de ángulo estrecho. Se ha observado niveles de reducción de 1.8 a 4.5 mm Hg posterior a la facoemulsificación.
El mecanismo por el cual la cirugía de catarata reduce la presión intraocular en estos casos no está muy claro. Se ha sugerido que las vibraciones del ultrasonido y la succión durante la facoemulsificación de la catarata conlleven a una remodelación de la malla trabecular y reducción de los depósitos gluocosaminoglicanos mejorando así el flujo de salida del humor acuoso. También cambios en la arquitectura del segmento anterior como el aumento de profundidad de la cámara anterior y mayor apertura del ángulo de drenajes similar en los casos de Glaucoma de ángulo cerrado, todo esto podría conducir en la reducción de la presión intraocular.
En resumen los pacientes adultos tienen una alta prevalencia de glaucoma y catarata. La presencia de la catarata podría dificultar el diagnóstico temprano de Glaucoma. Pero más importante podría contribuir en la fisiopatología de la alteración de la presión intraocular en muchas formas de glaucoma. La extracción de la catarata temprana con técnicas modernas conduce una reducción de la presión intraocular en pacientes con Hipertensión Ocular, Glaucoma de Angulo Cerrado y Glaucoma de Angulo Abierto. Por otra parte la eliminación de la catarata mejora la visión y calidad de vida de los pacientes.